Estaba soñando con una profesora de la facultad: unos treintaypico, rellenita, sin algunas muelas (se notaba porque sonreía mucho, así que no era nada grave), siempre fumando Marlboro Light de diez y los ojos desesperados, no entendiendo lo que la rodeaba, lo que éramos, para qué estaba, al margen del placer de fumar en un aula y después de refregar el brazo por el hielo del aire hijo de puta de las ocho aeme, leo este mensaje de 1613:
Tu factura
movistar vencio, de
no registrarse el
pago se
interrumpira el
servicio. Si
efectuaste el pago
ignore este SMS
Me dijiste que tus ojos eran verdes como las luces del teclado
Ahora veo el mensaje transcripto en esta hoja de papel tibia y por siempre plana, muy-de-carne. No sabía que existía la posibilidad de que uno llegara a dudar, por más de un segundo, quién, cómo o qué es lo que manda el mensaje. Nunca lo había pensado, pero a veces, como si el no-pensar escondiera una tierra de ideas ahí en el fondo de mi cabeza antes de poder dudar, pensar y remover, la idea de una máquina habitaba en mi fondo. No una computadora, porque las computadoras, por más lindas y avanzadas que sean, están para otra cosa. Los mensajes pertenecen a algo menos concreto, más humano, pero a su vez menos conocido que las computadoras. El terreno material, tecnológico en el que habitan los mensajes no es uno de computadoras. Tampoco de celulares. No me imagino un teléfono celular solo, chiquito, apoyado en una silla de oficina mandando miles de mensajes de texto a los deudores de su compañía; sí si fuera un celular grande, gigante, del tamaño de hombre, tembloroso y caliente, con una pantalla que fuera por poco un ojo largo y digital. Pero eso se parece más a lo que decía antes. Pensaba que la que se haría cargo de mis ojos pinchudos a las ocho de la mañana sería una máquina. Hasta que lo leí de nuevo.
De pronto hiciste un ruido... Y no hablaste como hablan las tuyas.
Primero sentí que me daban vuelta muy rápido, un segundo, cabeza abajo y después de nuevo arriba. Un cambio climático rápido y nada placentero: "Tu factura" contra "ignore este SMS". Hay un por qué que no lo sabía. No lo sé, pero de a poco algunas ramas fui corriendo, atrás de algunas ranas fui corriendo y me llamó de pronto, de nuevo, la atención; como si fuera, además del clima, un malestar corporal: Mi factura venció (sola); de no registrarse el pago (solo); el servicio se interrumpirá (solo)... y de pronto... "Si efectuaste el pago" (si yo lo efectué, si yo lo hice, porque claro, solo no podría, a pesar de que vencer, registrarse e interrumpirse sí puede solo) tengo que ignorar el SMS.
A su vez, mientras veía que arriba de las hojas obesas de ese pantano en el que me estaba metiendo no había luz, pensaba en los acentos no tildados. ¿Qué me importa una, dos, tres o todas las tildes? ¿Qué me importa si cambia cuando se le antoja la voz pasiva por una activa? Y seguía: ¿Qué me importa el dibujo espantoso que forma ese texto, cortado y decidido por la distribución del celular? ¿Qué importa si me trata de vos y al final, como si hubiera tomado algo no tan bueno, me trata de usted? Nada. Pero entonces, si era nada ¿por qué me molestaba la humedad, la tormenta poco coqueta que se me venía al estómago cuando releía el mensaje?
Te pido por favor que no me llames más con vibraciones.
Fácil:
- Empieza llamándome a mí, directamente (Tu) y de pronto me dicen que se interrumpirá el servicio. O sea: somos dos: yo (que ni siquiera soy el que garpo necesariamente, porque el pago se registra pasivamente por algo o alguien que quizás no soy yo), contra algo impersonal, que operará en el futuro (interrumpirá) y que, como si fuera poco verme metido en un quilombo con algouien/es que va-a-operar y no es entidad ni identidad, no hay posibilidad de cuestionarlo, charlarlo, contradecirlo o aclararlo.
- Posiblemente, en un sentido gramatical normativo, estricto y de vieja pedorra, mis incomodidades de esa índole estén mal fundadas. No sé; en mí, esto es parte del temporal que se venía en mi cuerpo: "Tu factura movistar venció". Punto. La bomba que me acaban de tirar no desaparece con una coma fea y mentirosa. Algo nuevo: "De no registrarse el pago..." y ahí sí decíme lo que quieras, cosa que, en este caso, es (y sí, lo es, pura y llanamente) un puta amenaza.
- "Si efectuaste el pago ignore este SMS". ¿Quééééééé???? Esta no es muy rebuscada. Ahí hay algo raro: ¿por qué de pronto, así como así, la entidad pasiva, incuestionable pero lo suficientemente copada como para vosearme me trata de usted? Esta podría ser una variación: "Si garpaste, discúlpenos". Pero para demostrar que va a empezar a "respetarnos", a tratarnos como "adultos" y dejar de ser mentiroso, copado y chamullero, escribe hasta la última palabra que tiene que ver con la persuasión de que pague en clave-macabra. Si nos equivocamos y el pago ya había sido efectuado, debo ser un señor, alguien que se debe tratar de usted.
- A nivel general: Estás en falta. Amenaza. Si te cortamos la cabeza y era un error, sorry.
- Las tildes no me importan. Y la recontrahijadeputez versera y asquerosa de poner movistar con minúscula menos.
Ahora sé que abajo de tus teclas corren venas llenas de sangre. Sangre mediocre como la mía.
Entonces, cuando releía tu mensaje escuchaba la idea de una noche. Pero una noche a las cuatro de la tarde; el sol nublado, chorreando humedad, todo abajo. Al principio encontré esa idea de la que te hablaba antes: cuando me quedé pensando en vos creí ver que antes de mis nuevas y primeras ideas, había en el suelo carnoso, anterior a mis pensamientos, una figura, una máquina. Algo, no alguien; sin persona, sin identidad y casi sin lugar. Nadie me mandaba lo que me mandaste. Pero después te leí y te escuché. Vi que tus palabras decían muchas cosas a la vez y ninguna fue buena. Dejé de verte de-mañana, superada (en el buen sentido) y sin identidad (sin una obligación de ser) y te empecé a ver de-ahora, de acá cerca, con un lugar y una identidad precisa. Manipuladora, persuasiva y a su vez errática, obvia. Pero me costaba verte así, ver a un inepto que no sabe de acentos. No pude creer que tu voz (¡tu voz!) saliera de la cara de un empleado torpe que no supiera nada de sintáxis, de coherencia de personas o de hasta la Importancia de su empresa. Y así te abrí.
Ahora, después de que la forma de tus teclas, tu pantalla y tu cuerpo se hayan vuelto una duda para mí, puedo olerte el cuello, abajo de la oreja, y saber que escondida en esas formas heladas que son tus mensajes, hay sangre caliente. Caliente y aburrida como la mía. Ojo: no quiero que pienses que pienso que hay alguien que piensa tu voz y tus palabras y me las mensajea. No, por favor. La sangre que olí abajo de tus números no es la de un otro mandando mensajes y menos la de una máquina (la idea primera). La sangre que olí es la mía. Lo único que me dijiste con esos cambios de persona, con esa amenaza pueril y barata, fue que abajo tuyo hay sangre, pero que esa sangre, como la que veo en todos, todos, todos los demás, no es más que la mía.
9 olores:
buenas tardes mi nombre es Yanina y le hablo de Personal, estamos enterados de que tiene problemas con su compañía telefónica, y queríamos comunicarte, flaquito, que acá pasa lo mismo, ¿y en la otra? Claro que también. Disculpe la molestia, puto.
Qué buen cierre, Fer!
Sí, justo mientras leía y avanzaba, pesaba en lo que inmediatamente dijiste en 3): ''Si vos, pedazo de sorete, no pagaste...'' contra el ''ignore caballero''.
(Amén, claro, de que la sintaxis es un lujo por estos tiempos. Hoy leí
''ALBA.
Todas las tendencias
del color. Están en
casa FOA''.
Sí, el cierre es excelente!! como el nombre del blog silenciosirenas, o ése otro final, cuando le va a caer desde el cielo una serpiente hirviendo de semen blanco y puro. Sí la sintaxis de pedazos de soretes, un groosoo
YANINA, gracias por avisar, me paso a la suya entonces. No es ninguna molestia, ustedes siempre tienen razón y yo les debo alma y vida. Bueno sí, vida y plata porque el alma no existe y la vida es plata. Ah, bueno, plata sola. Más plata quieren? Toda? Y un pete (?) - jeje, no pude, mi actuación tiene un cupo de palabras muy limitado.
LULA, es increíble esos cambios que hacen. Bueno, ayer me mandaron otro ya terminal. Lo pongo la próx. (Lo de casa FOA está para agarrarlo, eh...)
FRANCO, gracias por comentar; no sé quién sos ni de dónde saliste, pero buen, esa es la gracia del blog. Qué tono raro, el tuyo... (quizás es la persecuta porque mi marida me denunció)
Saludos!
Usted estudiaba Letras, Señor Escritorio?
Así es, Bovary. Estudiaba.
nice
Ah, veo que vos también notaste lo de los pronombres... jaja
A mí me tienen harta los de "duplicate". Me voy a meter en una sucursal de movistarconminúscula y me voy a inmolar.
LAURENCIO, avisame y agrandamos el combo!
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