En Francia tienen esto: Serge Gainsbourg & Brigitte Bardot, "Bonnie & Clyde"
Los dos son muy conocidos; la canción es de una película homónima a la canción; año 1967; cantante y actriz fueron pareja; etc. El video no puede ser más francés: cigarrillos, moda, clima erótico pero riesgoso, dos personas hermosas cantando bajito, poses de estatua (?), algunos travellings raros, estética de corto, las armas en sus manos hacen saber que nunca las habían agarrado y en el final no pasa nada.
Con respecto a la música, el comienzo "ya empezado", ritmo fijo, simple, una pentatónica menor, los violines de fondo al buen estilo '60 y mucha tranquilidad. El resultado es genial.
En Estados Unidos tienen esto: Lee Hazlewood & Nancy Sinatra, "Some Velvet Morning"
Completamente distinto. Estos sí que se fueron al carajo. Elegí esto porque, si bien la versión de Primal Scream es buena, cuando escuché la de Lee Hazlewood quedé seco. Conocía (gracias a Air) a Lee Hazlewood, algunos discos bajados de blogs y nada más. No conocía esto. Prendí la radio y sonaba la voz de Nancy Sinatra en ese 3/8, recontramil psicodélico, con los violines (de vuelta) de fondo y todo lo demás. Pensé que era el mejor cover de la historia a un tema que ya era un cover. Pero no, claro. Cuando entró la voz de Hazlewood me acordé de una hipótesis a desarrollar, que decía algo así como que hay veces que la música (el arte, podríamos decir) se gana a sí mismo, se supera a sí mismo, pero antes de tiempo. No es que la versión de Primal Scream haya empeorado la original. No, para nada. Está completamente adecuada a sus tiempos, reemplazó a Sinatra por Kate Moss (Amén) y utiliza muy bien los recursos tecnológicos. Lo que pasa es que esta versión la tendría que haber hecho alguna de las bandas de post-rock, que juntan distintas nacionalidades; de trip-hop o algo así. Pero el desarrollo de la hipótesis no es el tema en cuestión.
El video es muuuy norteamericano. Empieza, como buen western, con un paneo desde el cielo hasta la tierra, el caballo, el jinete oscuro. Aparece la playa, después su cara y se va. Ahí nomás aparece Nancy Sinatra, con un vestido horrible, un caballo blanco en el fondo (el de él es negro), explicándole con las flores cómo no la puede tocar. Así, se intercalan las imágenes hasta el final, donde el fundido de una con la otra hace parecer que están, por fin, unidos. Pero eso no pasa.
Con respecto a la música, también completamente diferente a la de Gainsbourg. Comienza con una de esas orquestas yanquis, explicitando el principio ("Acá empieza la canción") hasta que entra la voz de él, explicando que una mañana que esté al palo (lo más común del mundo) le va a abrir la puerta para explicarle una cosita. Lo más raro, quizás, de la canción, es esta aparición de Nancy Sinatra; cambia el tiempo de 4/4 a 3/8, las cuerdas pasan de sonidos graves a muy agudas y dentro de ese pequeño tramo hay una modulación hacia el final. Esto se repite hasta que, finalmente, empiezan a cantar un verso cada uno, con instrumentación, tiempos, matices y otros elementos completamente distintos uno del otro. Termina como un collage, al buen estilo pop art, duplicando el efecto psicodélico de la época, en un fade out que sugiere la continuación infinita de la charla entre Hazlewood y Sinatra, pero con fragmentaciones cada vez más grandes (si pudiésemos escuchar todo, hacia el final del tema cada uno diría una palabra, luego una sílaba, una letra, hasta descomponerse totalmente).
Y acá tenemos esto: Mirtha Legrand & Joaquín Galán "Yo Qué Soy" y "A Esa"
Qué se puede decir...